Editorial
"Nada convence más que la puta verdad"
Diciembre 22 de 1998

 

"Feliz Navidad y Próspero Año 1999"

¿Realmente podrá haber una Navidad feliz?. ¿Será verdad que el 99 va a ser próspero?. En todo caso, los nefastos individuos encargados del laudo arbitral para dirimir el asunto de la remuneración de los médicos, han procurado que al menos para los galenos de este país no sea así. No habrá aumentos (esto es de sueldos claro, pues de costos en productos y servicios si que los habrá). Se habla de "salarización" (obviamente el Enciclopúbico Iletrado no lo lee todo el mundo) de los bonos. ¿Acaso la ley del trabajo, que tiene más de un año de promulgada, no había determinado ya esa "salarización"?, obviamente no a juzgar por los aguinaldos cancelados. No conformes y como si fuera poco ya el abuso que de estos profesionales se hace todo el año, decretan un "bono único", suerte de limosna para callar a "esos tontos" y que no todos recibirán, debido a que los que dependen del Gobierno Central (¡?!) no gozarán de tal "beneficio". A diario se irrespeta a estas abnegadas personas que velan por la salud del pueblo y ahora no tendrán derecho a discutir nada sobre su sustento por 2 años. ¿Qué podrá hacer esta gente que tiene sus necesidades, sus hijos o sus padres ancianos que dependen de ellos? ¿Con qué van a pagar los libros y los implementos para ampliar sus conocimientos y mejorar su práctica del arte y la ciencia médica, cuando están haciendo malabares para comer y dormir bajo techo? El grueso de ellos es pueblo, la mayoría no es la que se arrellana en un cómodo sillón ejecutivo en un consultorio de una lujosa clínica del este de la ciudad, para luego señalar con dedo acusador a los que protestan. La proporción mayor no tiene horario, no se limita a tres horas sin involucrarse con los pacientes para luego jactarse de ser "médico de hospital". Los más de los médicos que salen perjudicados con esta medida, son los que estarán el 24, el 25, el 31, el 1º y todos los días del año, al lado de usted que no entiende cuando los ve involucrados en estos desagradables, pero jamás injustos, reclamos.

Por eso hoy quiero desear por anticipado una muy pero muy Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo, a todos los lectores de El Pasional, pero en especial y con un fuerte abrazo, a los que estarán estas fechas de júbilo decembrino en sus puestos de trabajo, sirviendo a la gente y ganándose el cielo todo, aunque en la tierra no se les reconozca su labor. A los bomberos, a los policias de bien (si que los hay) y a los trabajadores de la salud, mi gratitud (y ojalá un día la de todos) y fe en que haya más justicia.